UN BESO INESPERADO

Caminábamos sin rumbo buscando respuesta a nuestros intereses, sabiendo que romper esquemas muchas veces es imperdonable. Como lágrimas eternas el cielo nos regaló una llovizna, corrimos para encontrar refugio del perfecto cielo azul y su hermoso faro lunar que no dejaba de llorar, encontrando un techo en la oscuridad de la calle que nos regaló un poco de tranquilidad y privacidad.

Nos miramos fijamente nuestros rostros cubiertos de agua, buscando una excusa para no desviarnos la mirada, su dedo fue descendiendo en mi pecho como las gotas de lluvia en una forma delicada y excitante. Nos miramos de nuevo a los ojos y sin perder tiempo sus labios rozaron con los míos fundiéndose en un apasionado beso.

Fueron las luces rojas y azules las que nos hicieron salir del sueño que vivíamos. Ahora no caminábamos, corríamos nuevamente buscando un lugar donde la luz fuera mas intensa y nos desmantelara la escenografía de nuestra fantasía.

Regresamos a la realidad y caminamos como dos amigos que solo pueden darse un apretón de manos, pero que en algún momento donde la realidad desaparece, pueden ser uno en su realidad.