sábado, 23 de agosto de 2008

la luna y sus hijas deseos!

La historia comienza así… las doncellas fugaces, corrían con sus cabellos lacios y rubios iluminando el cielo, siguiendo a su dulce madre la Luna, una de ellas mirando a la tierra se quedó dormida, observaba a un hombre que desde abajo decía:

-¡Oh! Preciosa estrella que me miras,
concédeme un deseo,
que vuestra madre la luna
alimente este nuevo sueño,
que en su vientre de madre,
lo cuide y lo haga crecer.

Las demás doncellas se percataron de que una se había quedado, corrieron hacia ella y vieron que en un deseo se había convertido.





Dama celeste
Cargado tu vientre
De un sueño anhelado
De vivir a su lado.

Tú en este tiempo
Antes del parto
Lo has alimentado
Con pasión y arrebato

Hoy es más fuerte
Casi infinito
El amor que siento
Por ti amado mío.

Aquella estrella fugas
Concedió mi deseo
La luna
Es madre de nuestro
Sueño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por este poema que le pude dedicar a mi novio cuando cumplimos 9 meses de feliz noviazgo. Cuidate mucho alejandro.