jueves, 11 de diciembre de 2008

devorador de almas

La delgada tela fue desgarrada
Tus manos me poseen y no me dejan
Tu aliento sobre mi espalda,
Tu mirada en mi cuello.

Pasión en tus labios
Deseo en tu cuerpo.

Entregado a ti estoy
Sin mirar más allá
No siento temor
Aunque mi sangre
En tu boca esta

Devorador nocturno
Mi corazón has detenido
Tu deseo has cumplido
Hoy me llevas al olvido.

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